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Cómo informar sobre Violencia contra la Mujer en las relaciones de pareja

Un trabajo periodístico para mejorar el tratamiento de uno de los problemas más graves de la sociedad española.

 
A la hora de informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja, el periodista debe trabajar para convertirse en parte de la solución, no parte del problema. 
 
 
El porqué de nuestro trabajo
Por Javier Fernández Arribas y Myriam Noblejas
 
Los medios de comunicación deben afrontar profesionalmente sus compromisos con la sociedad en todos los ámbitos y sus profesionales debemos ser conscientes de la necesidad de abordar con el máximo rigor la cobertura de los casos de violencia contra la mujer en las relaciones de pareja. La evolución a lo largo de estos años es notable y se ha mejorado en el tratamiento de una lacra que debe avergonzar a las sociedades desarrolladas pero, todavía, hay errores que debemos subsanar para contribuir a la lucha por erradicar una situación que golpea diariamente nuestras conciencias y  que exige un mayor esfuerzo y dedicación.
629 mujeres muertas en España a manos de su pareja entre 2000 y 2009, lo que nos da una media de 63 víctimas mortales anuales de la violencia contra la mujer en el ámbito de la pareja . Es la principal razón que nos lleva a abordar un trabajo de estas características. Se supone que la pareja es el ámbito del amor, del cariño, el hogar en el que las personas se refugian del resto de su vida y acometen grandes proyectos como tener hijos, el lugar que acoge a los que más te quieren y a los que más quieres. Se supone. Pero no siempre es así. Para miles de mujeres y para sus hijos, la familia, la pareja, constituyen ámbitos de violencia extrema que no parecen acabarse cuando concluye la relación, cuando se da un paso adelante y se opta por la separación o el divorcio. 
Las relaciones de pareja siempre han sido un foco de tensión que, en muchas ocasiones, han terminado en agresiones verbales, en palizas o en asesinatos. Pero antes, nadie hablaba de ello. Hace tan sólo unas décadas, la violencia contra la mujer en el ámbito de la pareja era un asunto íntimo, privado, un tabú incluso justificado y sin respuesta, ni por parte de la sociedad ni siquiera de las autoridades. Pero llegó una mujer, una víctima con cuarenta años de palizas a sus espaldas y decidió contar su calvario en la televisión. Ana Orantes acabó asesinada por atreverse a hacer semejante cosa, dar visibilidad a un problema considerado doméstico; pero su muerte contribuyó a que todo cambiara: cambiaron las leyes, cambió el papel de los medios de comunicación, cambiaron los anuncios y, poco a poco, cambió la percepción social de la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja y  la actitud hacia ella. 
Hoy, más de una década después de la muerte de Ana Orantes, muchas cosas son diferentes, pero no parece suficiente. Rara es la semana en que no se produce un nuevo caso de violencia contra la mujer -en ocasiones incluso tres o cuatro en el mismo día- en el que la víctima acaba muerta o gravemente herida y los medios de comunicación nos hacemos eco de ello de una u otra forma. Es por eso que, tal y como nos ocurrió a la hora de elaborar Cómo informar sobre infancia y violencia, pensamos que tales casos exigen un tratamiento periodístico determinado, porque los protagonistas de estas noticias pueden verse seriamente afectados, o incluso dañados, por lo que digan de ellos y hagan con ellos los medios de comunicación. 
El presente trabajo pretende servir de referencia y orientación, mover a una reflexión constructiva sobre el estado de la cuestión en la actualidad y la forma en la que los periodistas debemos enfrentarnos a un fenómeno que, si no nuevo, nos sigue dejando cada año más de medio centenar de víctimas mortales y miles de afectados. Pensamos que, como parte de los medios de comunicación, los periodistas tenemos también una responsabilidad en la mejora de la sociedad y acabar con la violencia contra la mujer es un objetivo irrenunciable que debería estar excluido de la pugna diaria entre los partidos políticos.
En este trabajo elaborado por y para periodistas hemos querido también dar voz a nuestros compañeros a través de una encuesta a los profesionales de los medios de comunicación que han contestado casi 1.000 colegas de todos los medios, de toda España y de las más diversas categorías. Pero también hemos querido conocer la opinión de la ciudadanía sobre el trabajo que hacemos los periodistas a la  hora de enfrentarnos al fenómeno de la violencia contra la mujer en el ámbito de la pareja. De ahí la inclusión de otra encuesta a 1.200 ciudadanos realizada en colaboración con el  Ministerio de Igualdad. Las opiniones de unos y otros han dado como fruto una serie de sugerencias, que en nuestra opinión, merecen ser tenidas en cuenta a la hora de desarrollar nuestra labor profesional en asuntos relacionados con la violencia de género.
Nuestro objetivo es ofrecer a todos aquellos que lo necesiten una herramienta útil y práctica que puedan consultar y que les sirva de guía y referencia cuando se enfrenten a la cobertura de informaciones relacionadas con la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja, sin que nadie pretenda determinar la labor profesional de cada uno. Para ello, hemos contado con la colaboración de expertos en el ámbito conceptual, de catedráticos de comunicación, de compañeros que han vivido en carne propia la cobertura de casos como el de Ana Orantes, Svletana Orlova o Silvyna Bassari, sin olvidarnos de que hay realidades, más allá de la de España, donde la violencia contra la mujer alcanza niveles de pandemia, caso de lugares como Ciudad Juárez, Afganistán, Irán o República Democrática del Congo.  Nuestro trabajo repasa también la legislación vigente sobre la materia y los códigos deontológicos e intentos de autorregulación en el seno de la propia profesión llevados a cabo en los últimos años.
 

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Centro Reina Sofía