Cuando más necesaria es la unidad frente al común enemigo (la crisis económica, azote de millones de españoles), la contestación es un sálvese quien pueda directamente de Cataluña y del País Vasco. Aunque ni la historia ni la economía ni la sociedad ni el contexto internacional propician semejante camino.
Un país desnortado, unas instituciones desprestigiadas, un liderazgo inexistente y una pérdida de valores en nuestra sociedad son el caldo de cultivo de las tendencias centrífugas que padecemos.
La religión fue superada por la ideología y la ideología desbancada por el cinismo.
Y ante el vacío la alternativa es el repliegue hacia el núcleo inmediato: la mítica-mística del nacionalismo pseudo-salvador.
En ese panorama nos encontramos.
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AVENTURA, GUERRA E INFORMACIÓN
Diego Carcedo
A lo largo de varios años, Diego Carcedo fue un testigo de excepción de los hechos más trascendentales y violentos que marcaron la década de los setenta, desde la cercana Revolución de los Claveles de Portugal a la lejana y sangrienta guerra de Vietnam. Pero su presencia como corresponsal especial, primero de prensa escrita y más tarde de Televisión Española, en los cinco no se limitó sólo a la cobertura de conflictos armados, terremotos, magnicidios o golpes de Estado. También entrevistó a decenas de personalidades de diferente condición y asistió a múltiples elecciones -- incluidas varias en los Estados Unidos --, a cumbres políticas y económicas, así como a muchos de los acontecimientos que acabarían poniendo el punto final a la Guerra Fría. Pero entre tanto, y sin que su espíritu aventurero alterase su concepto del periodismo serio y riguroso en el que tendría que volcar toda su atención, afrontó múltiples experiencias en el descubrimiento de un Tercer Mundo que entonces aún permanecía desconocido e ignorado para los españoles, desde las selvas de Papúa donde los caníbales seguían existiendo, a rincones casi inexplorados de Africa donde conoció a dictadores como Idi Amín. Todo ello reúne una experiencia única, tan variada como insólita y pintoresca, cuyo recuerdo le ha convertido en un narrador excepcional.
